jueves, 21 de mayo de 2009

EL DESIERTO "EL VIZCAINO"....

PUBLICACION DEL FONDO MEXICANO PARA LA CONSERVACION DE LA NATURALEZA

LIGA: http://www.fmcn.org/documentos/a14-Corre_berrendo_corre.pdf


Corre, berrendo, corre. La extinción es para siempre


El berrendo (Antilocapra americana) es la única especie de una familia que sólo existe en América del Norte. Existen cinco subespecies (A. a. oregonensis, A. a. mexicana, A. a. americana, A. a. sonorensis y A. a. peninsularis), cada una adaptada a ecosistemas diferentes. Ciertamente, el ecosistema más difícil y extremo para el berrendo es el desierto de las planicies costeras de la Península de Baja California. Antiguamente, la distribución geográfica de la subespecie peninsular se extendía por todas las llanuras costeras de Baja California, desde San Felipe hasta La Paz y es posible que habitara hasta lo que ahora es California (USA). Registros de los siglos XVIII y XIX relatan la presencia de grandes manadas de berrendos.
De las grandes manadas y centenas de miles de berrendos que habitaban la zona, en el año 1994 sólo quedaban 170 individuos, en su mayoría concentrados en la Zona Núcleo de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno (REBIVI). Peor aún, censos en diferentes años indicaban que cada año disminuía la población. Esto se debía principalmente a la cacería masiva (ilegal desde 1924), la competencia con la ganadería extensiva y la fragmentación del hábitat por la instalación de cercos en ranchos y caminos, que impiden la migración de los berrendos en búsqueda de alimento.
Para enfrentar esta situación, en 1997 se inició el "Programa de Recuperación del Berrendo Peninsular" como un esfuerzo compartido entre el sector privado (Ford y sus Distribuidores), el sector público (SEMARNAT y la REBIVI) y el sector civil (Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable, A.C. ENDESU) con el objetivo de repoblar las llanuras costeras de Baja California con manadas de berrendos, viables tanto desde el punto de vista ambiental como social y económico. No sólo se trata de rescatar a la subespecie del riesgo de extinción y reintegrar al ecosistema al mayor mamífero de las planicies que juega un importante papel en el mantenimiento de los ciclos de vida dentro de un ecosistema extremo, como el desierto del Vizcaíno. También se busca el convencimiento y la participación de la población local.
Al inicio del programa se instaló y se puso en operación una "fábrica de berrendos" que inició con cinco crías. Doce años después hemos logrado triplicar la población estimada en 1994, pero más
importante que eso, se ha invertido la tendencia histórica en la población y ahora cada año hay más berrendos.
Este logro ha dado paso a la fase más importante: la recuperación integral del hábitat, reintroduciendo manadas de berrendo peninsular. Ya se han identificando áreas posibles en las Reservas del Vizcaíno y Valle de los Cirios. El gran reto del Programa en esta segunda fase consiste en trabajar con los dueños de la tierra para que abandonen la ganadería vacuna tradicional y se aventuren en la cría y manejo de manadas de berrendo como una alternativa económica. Las comunidades, al constatar el valor que para el ecosistema y para ellos tiene el berrendo, se convertirán en la mejor influencia en la conservación de la especie. Éste ha sido el caso con el borrego cimarrón o la ballena gris.
A pesar de que el Desierto del Vizcaíno es un ecosistema de extrema aridez, los problemas más graves que enfrenta el Programa no son las condiciones naturales, sino la falta de transversalidad en las políticas y reglamentos del gobierno en sus tres niveles y la impunidad frente a la violación de las leyes ambientales. Así, mientras la SEMARNAT prohíbe la ganadería en la Zona Núcleo de la Reserva, la SAGARPA la subsidia. Las cercas que la SCT construye a los lados de los caminos contravienen el Programa de Manejo de la REBIVI. Éste es nuestro gran obstáculo.
Estamos cada vez más cerca de cumplir el objetivo del Programa. Podemos llegar en pocos años y si superamos los obstáculos, las nuevas generaciones volverán a ver al berrendo peninsular, el animal más veloz de América, corriendo y dominando las llanuras costeras de Baja California. Por lo pronto hoy vamos ganando la carrera y dejando a lo lejos el peligro de su extinción.
José Warman
warman@endesu.org.mx.
Tel. (55) 55 13 99 40

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